domingo, 29 de julio de 2018

Testimonios


OPOSITOR PIANO
Soy, más que opositor, profesor con muchos años de experiencia al igual que la mayoría de todos los que opositamos (no solo a música) En nuestro caso, los músicos, la prueba que más puntúa, tocar nuestro instrumento, no deja ningún registro. En teoría debería estar sujeto a los criterios de evaluación que se publican.
La imagen puede contener: 2 personasSin embargo la realidad es muy distinta, según he ido conociendo las respuestas de los tribunales en las reclamaciones interpuestas por mis compañeros, no solo de piano sino de todos los instrumentos, los criterios que justifican nuestras humillantes notas varían dependiendo del tribunal y del miembro de éste al que le preguntes.
Es más, su manera de justificar las notas, hace incluso sospechar ¿REALMENTE SE HAN LEIDO LOS CRITERIOS DE EVALUACIÓN?. A los músicos nos hacen analizar una partitura, que luego tenemos que exponer. Durante las exposiciones de los análisis muchos nos preguntamos lo siguiente ¿ELLOS SE HAN MOLESTADO EN HACER EL ANÁLISIS Y REALMENTE SABÍAN DE LO QUE IBA?
El mundo de la música es mucho más reducido que el de secundaria por lo tanto nos conocemos casi todos, lo que quiere decir que sabemos como tocamos y si hacemos un examen de 4, o de 6 o de 3 lo sabemos, porque somos profesores. Sin embargo las notas no se han correspondido con el nivel de los opositores y ni siquiera guardan una lógica.
Independientemente de si suspendes o apruebas o sacas la plaza o no, la sensación de inseguridad jurídica que se te queda es muy preocupante. Yo realmente me estoy planteando si merece la pena dedicar tanto esfuerzo, tanta energía y tanto tiempo de mi vida para conseguir algo que está en manos de gente si escrúpulos, que es capaz de destruir en cuestión de segundos toda nuestra dedicación y nuestro esfuerzo de años, para favorecer a quienes a ellos les interesa. Hasta donde va a llegar este grado de perversión y de corrupción. ¿Donde está el Estado de Derecho?

Filosofía

Durante 15 años me he sometido a un proceso que ni selecciona a las mejores mentes, ni a los mejores docentes. Un proceso, que como los juegos de azar nos mantiene presos/as, ya que “ganar” es aleatorio y como buen entrenamiento conductista acudimos una y otra vez a probar suerte. 

A ver si me cae, a ver cuántas plazas asignan, a ver el tribunal, a ver si cae un tema difícil que sólo lleve yo, a ver si les gusta, a ver si me dan los números, a ver si… Cualquier posibilidad de desarrollo profesional y personal queda capado cuando entras en la famosa lista, no podemos tener dos pagadores, no podemos comprometernos en un proyecto, no podemos establecernos en un lugar, no podemos enamorarnos, parir, no podemos… O sí podemos, a base de horas de sueño, renuncias, sacrificios, salud…

 Nunca pensé que me tenían que regalar las cosas (si lo pensé, no me acuerdo), nací en cama mullida pero no de oro, sé que la vida es lucha y ni siquiera me desagrada, nunca fui de las que deseó que le tocara la lotería, quería sólo lo que de mi mano dependiera, a los/as trabajadores/as a veces sólo nos queda el orgullo y hay que mantenerlo. 

Todos/as hemos hecho renuncias y hemos tragado bilis por mantener el pan, no nos considero los peor tratados en esta sociedad pero sí tenemos derecho a denunciar nuestro maltrato particular. He sido profesora (ni buena, ni mala… de las que se lo curran) durante 15 años, pero ahora hay un papel que dice que soy profesora. 

Mi desempeño no va a cambiar sustancialmente, seguiré con inestabilidad, con problemas de conciliación (mi tiempo de servicio se pone a 0), con clases masificadas, sin recursos, aplicando leyes anti-educativas, acudiendo a las mismas reuniones, cobrando lo mismo… El cambio, brutal, es que no me obligarán a ir a otra convocatoria absurda a demostrar que estoy capacitada para hacer lo que ya hago.

 Ya sabéis que adoro a Sísifo, con su puñetera piedra, y que acepto el absurdo de la vida, pero el de verdad, el del abismo y el vértigo y el de Cronos que nos devora. Por eso no puedo soportar que un proceso semejante, que me ha tenido cautiva 17 años de mi vida, se haya casi cargado aquello que mete algo de sentido a esta nada. 

Amo dar clase, respeto a mis alumnos/as, creo en la educación y la palabra como vía para acrecentar la vida, y como digo, casi me derrotan (por no hablar de los méritos, “méritos”, cursos de mierda, proyectos basura, publicaciones patera, máster del universo, casi consiguen que me ponga a estudiar inglés estos cabrones… no he aprendido nada, he tenido que duplicar mis horas para seguir formándome en lo que de verdad repercute en el aula y en la calidad de la enseñanza que le ofrezco a mi alumnado, con mi dinero, todo, lo útil y lo inútil).

Si hubiera tenido otra vía profesional a mano hace 6 años la hubiera tomado, y creo que podría haber sido buena profesional en otros campos, pero soy un animal de aula. No siento alegría, sé que hay que estar muy “pallá” para no alegrarse, pero mis emociones son otras. Sentiré alivió (cuando el alien que nos aprieta las cervicales a todos/as los/as opositores se vaya retirando poco a poco), sentiré pertenencia si puedo permanecer en un centro algunos años… Pero ahora siento todavía la falta de respeto de este país a sus docentes (esto no desaparecerá), la falta de comprensión hacia nuestras reivindicaciones desde los/as propios/as compañeros/as (de entre todos los argumentos que he escuchado estos años hay uno que es el que más me aturde, es cuando alguien considera que como él/ella pasó por lo mismo, es correcto que otros sigan pasando por ello), seguiré luchando para que nadie tenga que pasar lo que mis compañeros/as y yo hemos pasado para llegar a ser considerados docentes con derechos, no es necesario, no es justo… y por supuesto siento que no soy más válida que ayer, y que mis compañeros/as que en esta tampoco han sido agraciados, para la misma administración que los ha vuelto a escupir, serán magníficos docentes en septiembre para tapar la ineficacia de dicha administración y aplicar respiración asistida a esta educación pública andaluza que nos agoniza.
 No válido en julio, válido en septiembre, para el mismo puesto en la misma administración, reflexionen. Me voy a tomar una cerveza, no para celebrar que tengo plaza sino para celebrar que, por poco, no pudieron conmigo.

viernes, 20 de julio de 2018

Carta de una secretaria de tribunal a los opositores de matemáticas

No todos los tribunales son iguales, pero lo que indica esta persona, expresa mi sentir este proceso no sirve para elegir a los mejores docentes, a los más empaticos o comprometidos. No ayuda a seleccionar al profe que motiva a nuestro hijo. Aquel que le hace amar lo que el enseña, no solo sirve para elegir al que se organiza mejor el tiempo, tiene más memoria o tiene más suerte.
Porque hay gente que lleva 20 temas y le toca el que mejor se sabe y otra que lleva 60, y no le toca ninguno.La imagen puede contener: texto

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sábado, 14 de julio de 2018

Carta de opositores invisibles a una administración y a unos compañeros que no lo son tanto

(Carta de un@ opositor@ invisible)
Querido tribunal y responsables finales educativos:
Soy yo… ese opositor@ que nunca fue lo suficientemente bueno para ti, conotra cara. No lo fui ninguna de las 4 veces que me presenté y tuve notas muy similares a pesar de inventarme algunos exámenes y otros hacerlos a la perfección. Fui aquel que lleva años en un escritorio perdiéndose momentos importantes: cumpleaños de primitos, salidas con amigos, viajes… porque tengo un sueño y siempre me dijeron q los sueños se consiguen con esfuerzo. Soy el que no sabe de dónde sacar dinero y tiempo para hacer un Máster porque se ve que no es suficiente con mis 2 carreras; el que se ha gastado todo en examinarse para B2 y academias (pero, por lo visto, sus apuntes no te convencen, aunque aún no has querido decirme por qué, ni cuáles debo estudiar) y ya está ahorrando para un posible MIR mientras espera no tener que ir al dentista ni tener que arreglar el coche….porque se ve que un profesor debe mostrar lo mucho que sabe y ser juzgado por gente que no abre un libro en tertulias televisivas donde se gritan y sacan el peor examen de toda la historia de las oposiciones para generalizar sobre lo poco preparado que está el colectivo entero (podríais sacar todos los exámenes y no sólo el más el ridículo, ¿no?).
Soy la que titubeó cuando levantaste una ceja y tomaste nota y preferiste a quien, exponiendo, mostró más seguridad. Lo que no sabes es que titubeé porque por un segundo temí perder la puerta a lo más importante de mi vida y tú le abriste la tuya a quien iba seguro porque si suspendía cogería cualquier otro trabajo, porque le daba igual este. Soy quien estaba delante cuando dijiste que no nos preocupáramos, que intentaríais aprobar a todos los opositores que pudierais, hasta que llegaron los criterios misteriosos de evaluación y entonces, pocos se salvaron…
Soy el del moreno de flexo que ve a todos lucir sonrosados celebrando S. Juan desde su ventana. Soy el interino que se ha recorrido media geografía española mientras su familia le ve en directo por internet, el que ha ido a todas las conferencias y leído un montón de libros sobre innovación en el aula mientras el último al que aprobaste dice que se ciñe al libro y no se complica, ni pierde su tiempo. Soy la interina que no puede tener hijos porque no sabe dónde ni cuánto tiempo estará el curso siguiente. Soy España, Argentina y Brasil volviendo sin copa del Mundial….
También soy la aspirante que ayuda con sus deberes a sus sobrinos y al pasar por el patio de un colegio cierra los ojos y se imagina dentro dando clases junto a una pizarra, la que trabaja de canguro por horas o da clases particulares, preguntándose cuándo ganará lo suficiente para independizarse. Soy el profesor que ayudó a tu hijo a ver más allá de su silla de ruedas y a sentir que las limitaciones nunca le definirán, el que ayudó a tu sobrina a reír cuando no quería abrir la boca por su nuevo aparato, la que la levantó del suelo y le echó agua oxigenada en el raspón que se hizo y el que le cuenta a sus alumnos que algún día sus esfuerzos tendrán su recompensa… (¿Cuándo tendrán los míos la suya?).
A pesar de todo, me has enseñado mucho: me has enseñado a importarle un pimiento que alguien te considere el mejor por “vomitar” leyes que cambian según el partido que gobierna por competir entre ellos; me has enseñado a ser feliz con trabajos mal pagados y a agudizar el ingenio. Me has enseñado a denunciar en internet las injusticias, a movilizar a la gente, recoger firmas y exigir que se ponga en práctica toooodas esas leyes que tuve que aprender; me has enseñado a exigir leyes justas para evaluar exámenes, leyes que nunca hagan a los opositores preguntarnos por qué escogieron a otros. 
Me has enseñado a poner entre la espada y la pared al político de turno si se lo gana y a “ponerle las pilas” al sindicato que se calla… ¡Vaya!, ¡parece que las leyes han resultado útiles después de todo!. Me has enseñado a no necesitar demostrar nada a nadie, a luchar, a competir y a exigir, como tú lo haces, sin importar lo buen profesor que pueda ser…. pero no esperes que no luche, compita y te exija a ti sin importar quién eres, ante cualquier atisbo de duda sobre mi examen.
Me has enseñado a pasar de los sueños a la realidad y ahora te toca a ti aprender: Aprender que no soy un código de barras, ni un nombre en una lista o una anécdota que olvidar cuando llegues a casa, no soy el que titubea, sino el cuenta leyendas mientras los estudiantes le miran embobados con los ojos como platos, el que inventa concursos y hace que los alumnos crean estar viendo al propio Lope de Vega recitar, el que hace que los críos pidan a sus padres libros por su cumpleaños y en lugar de dudas se sientan llenos de confianza. Soy quien convierte al más gamberrillo de la clase en Hamlet y lo trata como si fuera su padre o madre y les cuenta a todos las anécdotas y los piques entre los poetas del Siglo de Oro, el que pone materiales y premios de su bolsillo y no espera que se lo agradezcan o paguen. Te toca aprender que los grandes movimientos de la historia aparecen cuando se le quitan las esperanzas al pueblo y ya no le queda nada que perder. Aprender que soy mucho más de lo que ves… soy TÚ, años atrás, al que ya has olvidado y ahora seré YO quien te haga recordar: Recordar que decir leyes como un papagayo no te hace un buen maestr@, sino el trato con alumn@s reales; recordar que sabemos evaluar exámenes y sabemos que un 7 no se vuelve 2 tan fácilmente; recordar que la educación es el arma más poderosa que cambia la sociedad y nosotros estamos sobreeducados y cansados, porque todo el mundo tiene un límite. Recordar las charlas que les das a tus alumnos sobre ser justos al evaluar. Y que muchos grandes autores y pintores fueron rechazados y minusvalorados.
Sé que no podéis aprobar a todos….¡ni deberíais!, ¡sería ridículo y peligroso!. Como lo es poner un 2 ´5 a alguien que le sale la temática de uno de sus 2 doctorados, como lo es poner un 3 y pico a la que le sale el tema de su tesis, como lo es poner un 2 a quien ha hecho el mismo examen en su academia con otro docente en activo y con una puntuación de 8; como lo es suspender al 90% de los aspirantes de un tribunal sólo en un primer examen…. como lo es que se queden plazas vacías porque nadie es lo suficientemente bueno, ¡qué pena!, ¡tal vez habrá que sacarlas de nuevo a concurso y cobrar otra vez las tasas!, ¿no?.
En fin, no os hago perder más tiempo; podéis decirle al jefe que cumplisteis con la criba o podéis ayudarnos a cambiar el sistema, hacer justicia, y ser claros sobre qué criterios misteriosos hace que gente de matrícula saquen 5 y se carguen a los demás. Es tu decisión saber quién quieres ser; yo sé quién soy y también sé que, en el fondo, no es tu culpa, sino de quien te exige que en lugar de mí veas un código de barras. Probablemente no recordarás mi cara, pero al menos, este año no vas a olvidar el día en que los códigos de barras se volvieron personas, no vas a olvidarme a mí: la que titubeó, el que olvidó escribir la Bibliografía, el que recoge firmas y grita consignas frente a tu edificio y te recrimina que gastes millones en chorradas en lugar de puestos de trabajo, la que lloró enfrente del tablón de notas y se quedó con la programación en la mano para entregártela. Tal vez, algún día, alguno de tus hijos esté en mi lugar y yo en el tuyo e intentaré recordarlo como alguien y no ser tú. Se despide, tu opositor invisible…tus opositores invisibles haciéndose visibles.

miércoles, 11 de julio de 2018

Criterios desconocidos y suspensos masivos no justificados: así son las oposiciones docentes en Madrid

Durante la educación secundaria, los docentes madrileños enseñan a los alumnos que tienen derecho a saber cómo han sido corregidos en una prueba escrita y que pueden conocer los criterios de corrección sobre todo apartado. También que poseen un derecho tan básico como el de saber de qué parte del temario se están examinando.La imagen puede contener: texto
La dirección de la asamblea de Madrid es: ASAMBLEA DE MADRID, Av. Pablo Neruda, 142, entrevias-asamblea.

Sin embargo, a la hora de intentar obtener una plaza pública como docente en la Comunidad de Madrid, un proceso aún abierto a día de hoy, estos derechos se han esfumado sin dejar rastro.

Los aspirantes a plaza han tenido una primera fase con dos pruebas. En la prueba teórica, lo único que conocían del temario eran los nombres de los temas, algunos tan cortos y ambiguos como ‘geometría del triángulo’ o ‘lenguaje y pensamiento’. Como añadido, la opacidad de los criterios de corrección de la teoría ha sido absoluta. Los tribunales poseían una lista de conceptos que los examinados no conocían y que han revisado para restar puntos de la nota. Esto no ha evaluado los conocimientos del aspirante, dado que los temas pueden ser tan amplios que se aprueba si se coincide en tales conceptos con los correctores. Simplemente ha servido de embudo aleatorio para descartar opositores.

En ambas pruebas de la primera fase (teoría y práctica) tampoco se ha permitido ver el examen, ni siquiera los posibles errores ortográficos que restan puntos del mismo. Sí se pudo solicitar reclamación, pero ha sido el mismo tribunal que lo corrigió en primer lugar quien lo ha revisado, no un agente externo.

Esta situación y los duros cortes para pasar a la siguiente fase han llevado a resultados tan poco deseados como que en algunas especialidades puede que no se cubran ni la mitad de las plazas ofertadas. Esta situación no es desconocida de otros años, pero la convocatoria actual está siendo especialmente notoria en términos de suspensos, la inmensa mayoría ceros y unos. Existen casos donde folios y folios escritos han llevado a una nota final de 0,0000. Cabe destacar que el hecho de no superar la primera fase no indica que un aspirante no sea apto para la docencia, pues hablamos de criterios arbitrarios y nada transparentes que no evalúan la capacidad de los aspirantes. De hecho, muchos de ellos tienen años y años de experiencia como interinos, algunos décadas.

A la vista además de los porcentajes de aprobados por tribunal en esta primera fase se puede apreciar que el proceso posee un importante sesgo subjetivo: el tribunal donde un aspirante se examina constituye un factor crucial para su nota. Resulta alarmante también que el proceso ya no puede seguirse de manera pública, como ocurría en el pasado, que los docentes con plaza pueden solicitar de manera voluntaria ser miembro de un tribunal, y que se obliga a los alumnos a realizar el examen en papel autocalcable, comprometiendo estas tres cosas la imparcialidad de la prueba.

Los aspirantes en Madrid han decidido constituir una plataforma de protesta, de igual manera que sus compañeros de Murcia, y han convocado la primera concentración a las puertas de la Asamblea de Madrid el jueves 12 de julio a las 12 horas. En redes sociales hay cada vez más grupos y subgrupos y se ha creado también una petición en change.org, dirigida al Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, de alcance nacional y que ya ha superado las 20.000 firmas. Existe también el hashtag #fraudeoposicionesdocentes en Twitter. Los miembros de la plataforma exigen dimisiones de los responsables de esta situación no deseada y quieren ver sus exámenes y conocer los criterios de corrección. Opinan además, y luchan por ello, que es urgente una renovación del proceso que garantice la equidad, que respete los principios básicos de un colectivo de personas que se examina, como derecho a conocer la corrección del examen o temarios cerrados, y que de verdad cubra las expectativas docentes de la sociedad.

Imagen: Los opositores de Madrid, reunidos en la Facultad de Filología, recapitulando los distintos puntos de sus protestas

Enlaces relacionados:

Petición de change.org: Por un sistema de acceso justo para los docentes

"Escabechina" en las oposiciones a profesor en la Comunidad de Madrid: menos aprobados que plazas disponibles

Contacto: estafaoposicionesdocentesmad@gmail.com

¿Quién tiene la culpa?

Hace unos días publique una entrada muy triste por que una vez más las plazas de mi tribunal se quedaban sin cubrir, ahora no comprendo lo que han hecho.
Se supone que este proceso busca encontrar los mejores docentes para nuestros hijos, para tener una sociedad cada vez más preparada para el futuro y me han demostrado que todo eso es una falacia, una quimera para mentes inocentes como la mía.

Lo que me han demostrado es que los humanos somos mezquinos, tristes y que los amigos desaparecen cuando una migaja de poder momentáneo aparece en nuestro mundo.
En especialidades tan minoritarias como las de FP, muchas veces nos conocemos, saben si trabajas bien, si tienes problemas con tus alumnos, si eres un profesor empatico o un cardo borriquero que de todo hay en la viña del señor. Conocen tus problemas familiares, tus posibilidades de estudiar, en fin todo.

Para el que lea estas lineas y crea que con ello pido un trato de favor se equivoca, lo único que esperaba era el beneficio de una explicación del porque esa nota y ni a eso hay derecho.
Y creo que lo merecemos, cuando a un alumno le enseñamos su examen pretendemos que vea donde se equivoca, o nosotros que tampoco somos perfectos, aprenda y mejore. Tanto miedo tienen a perder tiempo personal que no permiten ni siquiera esa posibilidad.

Ahora me contarán que no pudieron hacer otra cosa, que los exámenes no tenían el nivel mínimo, de su pequeña área de poder y conocimiento, me juego lo que quieras a que si yo al tribunal les hago preguntas de acústica, odontología o histología no todos serían capaces de salir airosos, y también forman parte de las materias de estudio.

Lo triste es que uno de ellos, días antes del examen, comentaba que si no había nivel dejarían plazas sin cubrir, y que eso beneficiaria a aquellos que no aprobáramos, y claro que no hubo el supuesto nivel corrigieron en un día, a la baja como demuestra que la mejor nota ha sido un 5.6, compañeros con años y años de experiencia, con dos titulaciones, doctorados, no pasan del 2.5, otros incluso no llegan al 1. Y ante eso tengo que escuchar chorradas del ámbito, si tienes una notaza, no te quejes, con un miserable 3.82. Y soy la nota numero 12 de mi tribunal, una vergüenza.

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