No veo a quién pueda importar hoy una huelga de profesores chusqueros que tienen a Gabilondo de ministro, y de escritores canónicos, a Lindo y a Millás. Cualquier compañía del Ejército está capacitada para sustituirlos, con ventaja, en diez minutos.
Ignacion Ruiz-Quintano (ABC).
Ni profesores, ni padres, ni alumnos se han preocupado por la degradación de la enseñanza pública en estos últimos 25 años, y encima que vengan los perroflautas a darnos clase de cómo dar clase es lo que faltaba.
Federico Jiménez Losantos (esRadio).
La mayoría de los interinos son semianalfabetos que no han aprobado nunca una oposición y que están puestos ahí a dedo por los sindicatos.
César Vidal (esRadio).
Es inadmisible la movilización. Ni aunque existiera un recorte de verdad. Pero es que, encima, no existe, están mintiendo.
Cristina Alberdi (Intereconomía).
¿No creéis que si hacéis una huelga por no trabajar 2 horas más vais a ser tan impopulares como los energúmenos del Metro?
Pedro J. Ramírez (director de El Mundo, a través de twitter)
Que no se contraten interinos no va a suponer una disminución de la calidad de la enseñanza. Al contrario: el titular está mucho más preparado para impartir clases que el interino. Lo que no entiendo es cómo esta medida no se ha tomado antes para evitar este gasto superfluo.
Federico Quevedo (periodista de Elconfidencial.com, en Intereconomía).
“¿Qué abnegación, tan fundamental en un profesor, demuestran estos señores encerrándose como vándalos en lugar de ponerse a trabajar por el bien de los futuros ciudadanos de España?”
Salvador Sostres (El Mundo, sobre los compañeros que llevan muchos días encerrados en Vitruvio).
Pero el que se lleva la palma esta semana es Román Cendoya. Este señor, la otra noche en el programa El gato al agua de Intereconomía, poco menos que se atrevió a incitar a los padres a que agredieran a los profesores de sus hijos por hacer huelga.
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